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Niña describe síndrome del «pulgar de la PlayStation»
Safura Abdool Karim, una estudiante
sudafricana de 13 años, se ha convertido en la autora más
joven del mundo en publicar un estudio médico en una revista
especializada. Ha sido en el "South African Medical Journal",
donde ha demostrado la existencia del llamado "pulgar de la
PlayStation", un nuevo síndrome asociado al juego compulsivo
de la videconsola.
Enrojecimiento, hormigueo, pérdida de la sensibilidad y
ampollas son algunos de los síntomas característicos de esta
nueva patología, típicamente adolescente, asociada al uso
frecuente de este entretenimiento. Safura acaba de describirlo
por primera vez.
Lo ha hecho después de entrevistar a más de 120 antiguos
compañeros de colegio y preguntarles si sufrían algún problema
después de jugar a la consola. De sus respuestas se extrae que
28 de los 60 chicos encuestados y 17 de las chicas jugaban
habitualmente con la "Play". De ellos, ocho de los varones y
siete de las adolescentes se quejaron del enrojecimiento y
cosquilleo de sus pulgares, así como de la aparición de
ampollas.
A juicio de la joven autora, que eligió el tema para un
trabajo de ciencias del colegio, el síndrome podría parecerse
a las llamadas lesiones por estrés, que se producen a causa de
movimientos repetitivos (en una cadena de montaje, por
ejemplo), con la única diferencia de que éste afecta
mayoritariamente a personas adultas.
"Hoy en día", reflexiona Safura, "los ordenadores y estos
juegos están originando nuevos problemas médicos, como el
pulgar de la PlayStation, cada vez más frecuentes en niños". A
Safura, que ha contado a "elmundo.es" que de mayor quiere ser
epidemióloga ("o tal vez abogada"), no le gusta jugar a la
consola, y ni siquiera tiene una PlayStation en casa: "¡No la
tenía antes del proyecto y mucho menos ahora!", confiesa
divertida.
El editor de la revista, encargado de su selección para que
haya podido llegar a ser publicado, JP van Niekerk, asegura
que es una buena investigación, que ha sido publicada sobre
todo por sus méritos, "aunque también pensamos que era
divertido". De hecho, el trabajo estará disponible para
científicos de todo el mundo gracias a que ha sido incluido en
el Index Medicus, un registro internacional de artículos
científicos.