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Comparación y detalles del USB 2.0 vs USB 3.0
Aunque fue presentado en 2008 teóricamente, no fue hasta hace poco menos de un año cuando nos inundó la revolución del USB 3.0 que ya vemos en el mercado y en algunos, pocos, ordenadores. Así que ya debemos prepararnos para esta nueva tecnología.
Eso sí, la transición del USB 2.0 al USB 3.0 parece que será lenta, pues según un estudio de In-Stat Research, no será hasta 2013 cuando más de una cuarta parte de los productos USB contarán con SuperSpeed USB 3.0.
Nuevo USB 3.0
El USB 3.0 llega básicamente para suplir las deficiencias en velocidad que presenta el USB 2.0. Y es que éste último se queda corto en lo que al ancho de banda se refiere.
Y la verdad es que viendo las especificaciones y consultando resultados de múltiples tests de velocidad que ya se han llevado a cabo para poner a prueba el USB 3.0, éste promete. Entraremos más en detalle de las especificaciones y su comparación con el USB 2.0 en seguida pero vale la pena comentar lo siguiente:
¡Importante! Cualquier producto verdaderamente USB 3.0 debe llevar el logotipo de acreditación SuperSpeed USB 3.0. Y, además, en esta ocasión el certificado, a diferencia de lo que pasó con el USB 2.0, sí debe asegurar el funcionar a la velocidad máxima.
Y otro tema a tener muy en cuenta son los precios, si bien és lógico que una nueva tecnología (y mejor que la anterior) tenga un precio un poco más alto, se ha visto un incremento de precios exagerado y exorbitado en algunas ocasiones no justificado por la mejora y novedad. Que no nos tomen el pelo…
USB 3.0 vs USB 2.0
Comparemos el USB 3.0 con su antecesor, el USB 2.0:
- 10 veces más rápido que el USB 2.0
Como ya avanzaba, la mejora principal del USB 3.0 es su nuevo modo SuperSpeed, gracias al que se alcanzan velocidades de hasta 5 Gbps (625 MB/seg), lo que multiplica por diez la velocidad de la especificación USB 2.0, que en tiene un límite de 480 Mbps (60MB/seg).
Esta mayor velocidad es gracias a su nuevo diseño pero también a que USB 2.0 envía los datos (o paquetes de datos) en modo broadcast, por lo que todos los periféricos tenían que comprobar si eran o no los destinatarios de dichos datos, mientras que USB 3.0 funciona en modo unicast, sólo envía los datos al dispositivo deseado. Lo que permite una mayor velocidad de transmisión.
- USB 3.0: 50% menos de energía
También gracias al cambio de enlaces broadcast a unicast, USB 3.0 permite una mejor gestión de la energía, logrando reducir el consumo de los dispositivios USB conectados pero inactivos ya que no deberán estar analizando los paquetes de datos.
Además, USB 3.0 también presenta dos nuevos modos en espera, que se añaden al de suspensión del USB 2.0. Y también otro nuevo modo que nos permite suspender funciones específicas de un dispositivo USB, manteniendo otras activas.
También en relación con la energía, la cantidad de la misma que un dispositivo puede obtener del bus pasa de los 500 mA del USB 2.0, a los 900 mA del USB 3.0. Lo que es ventajoso de cara a la alimentación y carga de dispositivos mediante USB.
- La longitud del cable, de vital importancia
No podía ser todo de color de rosa. Mientras USB 2.0 permitía longitudes de cable mayores, USB 3.0 se estima que puede presenta problemas de rendimiento por encima de los 3m de cable.
- Amplio soporte de formatos HD
En USB 2.0 el soporte de formatos HD es casi nulo, lo que se ha subsanado en el nuevo USB 3.0 que cuenta con soporte para dispositivos HD externos.
Compatibilidad
¿Convencido ya de las mejoras que trae el USB 3.0? Antes de lanzarte a la calle en busca de dispositivos que integren esta nueva tecnología, hay que tener en cuenta la compatibilidad y las limitaciones derivadas de la misma.
Aunque USB 3.0 garantiza compatibilidad con cualquier ordenador dotado de USB 2.0, y viceversa (aunque tendremos que utilizar un cable específico para esta nueva tecnología). Hay que tener en cuenta que habrá limitaciones en estos casos, pues como es lógico, la tasa máxima de transferencia vendrá marcada por el extremo que soporte el estándar más antiguo, o sea que nos quedaremos igual, con el USB 2.0.
Si realmente quieres pasarte a la mayor velocidad y mejores prestaciones del USB 3.0 tendrás que hacer más que comprar dispositivos con dicha tecnología. En el caso de los ordenadores de sobremesa necesitarás cambiar el cable y un nuevo adaptador o una nueva placa base que ya incorpore USB 3.0. En este caso resulta relativamente sencillo y no muy caro. Otra historia se da en el caso de los portátiles en los que mejorar será bastante más difícil a no ser que dispongas de una ranura ExpressCard para la que se fabrican adaptadores.
Otro detalle a tener en cuenta es que USB 3.0 no es compatible con Windows XP como lo era USB 2.0.