Actualidad
Cómo inmortalizar tu colección digital
Un artículo del Reino Unido creó un revuelo esta semana cuando informó que Bruce Willis podría demandar a Apple, por el derecho a transmitir su colección de iTunes a sus hijos cuando muera. La noticia resultó ser falsa y fue desmentida rápidamente por la esposa del actor. Pero la historia aún plantea una cuestión importante: ¿cómo dejar los contenidos digitales a nuestros seres queridos?
The Wall Street Journal informó, la semana pasada, sobre un problema de larga data que mucha gente está empezando a descubrir: no somos dueños de nuestras canciones de iTunes ni de los libros de Kindle. Al hacer clic en «Acepto», el comprador no recibe la propiedad del contenido, sino que obtiene una licencia de Apple, Amazon o quien sea. Y el contrato de la licencia establece que es sólo de esa persona. A diferencia de un libro o un disco, los medios digitales no se pueden transferir a los amigos o familiares.
El experto en propiedad intelectual y profesor Richard Gold, de la Universidad McGill, resumió las implicaciones legales. «Apple tiene una licencia para distribuir música y luego vende sublicencias a los clientes. No se puede dejar iTunes en su testamento porque no es de su propiedad en primer lugar», explicó Gold al portal GigaOM.
No obstante, existen opciones para asegurarte de que tu familia herede tu colección digital al momento de tu muerte.
Crear un fideicomiso legal
David Goldman está detrás de una herramienta legal para eludir las normas de iTunes. Dice que está trabajando en un software que permitirá a los abogados de bienes ofrecer herencia digital a sus clientes. El problema es que no hay garantía de que el fideicomiso funcionará. «No se puede cambiar una política de licencia a través de un fideicomiso», explicó Gregg Weiss, un abogado de Nueva York, a GigaOM.
Grabar la colección en un dispositivo y dejarlo sentado en el testamento
Tanto Apple como Amazon permiten a los usuarios descargar libros digitales o música en varios aparatos. Esto significa que podemos cargar el contenido en un e-reader o en un reproductor de MP3 y luego legar el dispositivo.
Escriba la contraseña
Esta es la solución más obvia: proporcionar las claves a tus seres queridos. Es una práctica cada vez más común. Es simple: dejas por escrito la lista de contraseñas en tu testamento. Tus canciones digitales y libros electrónicos no son de tu propiedad, pero sí la clave. Compartirla permitirá que tus medios digitales sobrevivan.
Fuente infobae.com